Crearnos

Bitácora Zeta

Crearnos

No puedo poner en fila las palabras justas para acomodar estas ideas sobre el Día del Periodista. Cualquier estructura que intento la dejo a medias y tengo la página llena de trocitos de textos malísimos que más o menos dicen lo mismo, pero que uno es más feo que el otro.

Y ahora que intento este ejercicio de liberación textual a lo Pity Álvarez (♪ ♫ ♩Tengo muchas ganas de escribir una canción, pero no se me ocurre nada ♪ ♫ ♩) ya me siento más cómodo y, por lo menos, he liberado los hombros de la presión que me ejercían sobre el cuello: Alcancé a escribir dos párrafos seguidos.

Por este camino caigo en la misma idea y pienso que esa también es la causa de tanta vuelta para decir lo que pienso: la obligatoriedad de ser creativos en el oficio.

Creativos frente a una página en blanco. Esa necesidad de la que tantos maestros han hablado para corrernos de los lugares comunes, el automatismo y el indigno aburrimiento al lector.

Lo que hoy tengo para aportar, mi fichita, va en la misma mesa, pero en distinto casillero. La creatividad entendida como la creación. La creación de nuestros propios medios, de nuestros propios espacios. Verá, como decía Pergolini: hay mucho garca dando vuelta. Asesinos de oficios, destructores de pasiones, moldeadores de muñecos que también en Tucumán atentan contra el periodismo creativo.

La última moda digital son las páginas de internet dedicadas a cortar y pegar los textos de otros sitios, con el único sentido de generar visitas. Entiendo el modelo de negocio, está claro. Sin dudas se aproxima más a un sistema de distribución de información generada por terceros que a un medio que produce contenido periodístico.

Para esta tarea contratan a periodistas de oficio, laburantes de la palabra que trabajan con alta calidad que, ante la triste propuesta laboral de la provincia, tienen que aceptar el trabajo de subir 16 notas en cuatro horas. Parte del día, un buen número de las mejores plumas que tenemos acá se encuentran metidos en la fábrica Copy&Paste para poder parar la olla a fin de mes. Mierda.

Y ni qué hablar de cuánto se ha devaluado el valor noticia, en algunos portales, a cambio de la desesperada entrega a un mayor número de visitas. Morbo, sexo e intimidad ofrecida como periodismo invaden la red. No faltará quién culpe al lector y dirá: “es lo que la gente quiere”. Aquella premisa del sensacionalismo barato, tan liviana, parece estar de vuelta.

No es difícil de comprender que sea así, si aún el medio gráfico más poderoso del Noroeste Argentino tiene trabajando a sus reporteros bajo un sistema anticuado que les permite descansar un día a la semana y que se hace el distraído para pagar lo que realmente cuesta la responsabilidad de escribir para tantos lectores.

Quizás me equivoque, es probable, pero, según lo que he conversado con algunos colegas, estas condiciones de trabajo atentan contra la creatividad en el oficio. Los aburre, los cansa, los seca. Otros, los más hábiles, pueden superar la estructura y brillan donde estén. También conozco varios como ellos, pero son poquitos y muy admirables.

El próximo año Tucumán tendrá en tres universidades y en dos institutos terciarios la carrera de Periodismo. Todas esas aulas con profesores de excelente nivel. Cada año hay más reporteros en nuestra provincia, pero yo pregunto: ¿Y los nuevos medios? ¿Dónde están?

Es cierto: hay publicaciones independientes que marchan bien. Tienen un claro enfoque y le meten pata. Trabajos excelentes, crítica social, periodismo de calle. Pero: ¿Cuántas de éstas pueden pagarles a sus periodistas para que vivan de ese trabajo? Anote el número, que yo lo conozco bien porque trabajo en una de estas: cero.

Nos encontramos aquí, otra vez, con la palabra creatividad: ¿Cómo podremos hacer para vivir de nuestro oficio, libre y creativo? No lo sé. En Tucumán Zeta lo pensamos, lo pensamos y los números no nos dan ni por cerca. Habrá que seguir imaginando.

Hasta que caiga la ficha es fundamental que cada vez seamos más. Que no le demos el gusto al mercado laboral de matar nuestro oficio. Crear tu propio medio y llevarlo adelante es alcanzar un estado de plenitud: lo hacés como querés, no tenés jefes, lo cambiás, lo soñás, lo imaginás, lo creás, lo continúas. Es tuyo. Sentirte pleno es lo mejor que te puede pasar en tu profesión.

Y si no es un medio completo, tiene que ser una sección dentro de un medio, un texto dentro de una sección, una palabra dentro de un texto. Pero por algún lado hay que pelearla. Y si vamos juntos, es mejor. Por eso, también me parece fundamental la unión de los periodistas que queremos ejercer nuestro oficio con creatividad. Compartir experiencias, ideas, caminos, formas de financiación. Crear juntos. Todos tenemos el mismo problema.

No sólo está en juego nuestros medios; está en juego nuestra vocación. Para colmo nos tocó una vocación que implica sostener uno de los derechos claves de la Democracia.

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