Biografía
Nos contó que de muy pequeño, el regalo más preciado fue una Pintier nº 5 celeste y blanca, y una camiseta de la vieja tela de piqué del mismo color, pero a bastones verticales. Supo garabatear gambetas en la verde grama del Parque Guillermina. Supo soñarse en el mismísimo Monumental de 25 de Mayo y Chile…A los 5 añitos, jugando en la calle Huemul, supo lastimarse la quijada, hecho por el que, contra su voluntad, le vendaron todo el maxilar. Para calmarlo y para que no se quitase el vendaje, le dijeron que se parecía a Julio Ricardo Villa. Ni el más efectivo de los calmantes. Mudito, llegó a su casa, tomó un felpón Sylvapen negro, de esos bien gruesos con los que dibujábamos los afiches escolares, se pintó de negro el vendaje y mirando desafiante a todos dijo: “La barba de Villa es negra”…
La historia posterior es ya conocida. Alternó gambetas con garabatos…Aquellos garabatos se transformaron en trazos, los trazos en bocetos, los bocetos en publicaciones y las publicaciones en premios…Uno, dos, tres, cuatro…Buenos Aires, Moscú, La Habana, Madrid, Barcelona, Gijón, Guipúzcoa, Murcia…El Siglo, El Periódico, La Prensa (Bs.As), La Razón (Bs.As), La Gaceta, La Información (Madrid), Batracio Amarillo (Granada), PSD Photoshop (Barcelona), Le Potage (Barcelona) y Amaníaco (Barcelona) fueron algunos de los escenarios donde regaló gambetas y fantasías con su trazo…